La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
La bronquiolitis es una infección respiratoria que por lo general afecta a bebés y niños pequeños (menores de dos años), afectando las vías respiratorias más pequeñas del pulmón, conocidas como bronquiolos. Esta enfermedad es causada habitualmente por el virus sincitial respiratorio (VSR), responsable de la mayoría de los casos de bronquiolitis.
Una enfermedad que se caracteriza por síntomas como: tos, dificultad para respirar, sibilancias, fiebre, y congestión nasal. En bebés, especialmente en los menores de 6 meses, la bronquiolitis puede ser grave y requerir hospitalización. Los síntomas pueden durar de unos pocos días a varias semanas, y en algunos casos, pueden persistir durante varios meses.
Es importante saber que el tratamiento para la bronquiolitis depende básicamente de la gravedad de los síntomas. En casos leves, se recomienda administrar líquidos para prevenir la deshidratación y controlar la fiebre con antipiréticos comunes. En casos más graves, el paciente puede requerir oxígeno o ventilación mecánica en el hospital. Sin embargo, la recomendación es acudir a su médico de confianza en cualquiera de los casos.
Aunque la mayoría de los niños se recuperan completamente de la bronquiolitis, algunos pueden tener problemas respiratorios a largo plazo, como asma, debido al daño que el virus ha causado en las vías respiratorias.
En la mayoría de los casos de bronquiolitis los síntomas son muy parecidos: dificultad para respirar, tos, fiebre y sibilancias, sin embargo, existen diferentes tipos de bronquiolitis, aquí te contamos sobre los tres más comunes:
Bronquiolitis viral: La forma más común de bronquiolitis, es causada por virus respiratorios, especialmente el virus sincitial respiratorio VSR. Esta forma de bronquiolitis es más frecuente en niños menores de 2 años. Más de la mitad de los niños están expuestos comúnmente a este virus.
Bronquiolitis alérgica: Se produce como resultado de una reacción alérgica a un irritante inhalado, como el polen, los ácaros del polvo o los pelos de animales. Esta forma de bronquiolitis es más común en personas con asma o alergias respiratorias.
Bronquiolitis obliterante: Es una forma poco común de bronquiolitis, en la que los bronquiolos se inflaman y se estrechan, provocando una obstrucción al flujo de aire. Puede ser causada por una variedad de factores, como infecciones, exposición a productos químicos tóxicos o trasplantes de reacción a trasplante de médula ósea, pulmón o corazón-pulmón.
Además, existen otros tipos, como la bronquiolitis por aspiración, que ocurre cuando una sustancia extraña, como comida o líquido, se aspira accidentalmente a los pulmones. Es importante acudir al centro de salud más cercano o consultar con un especialista para que pueda diagnosticar el tipo de enfermedad y cómo tratarla.
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Como decíamos anteriormente, la mayoría de los niños pueden tener pocos síntomas o síntomas menores que no representarán ningún tipo de peligro para su salud. La bronquiolitis inicia con una infección leve en sus vías respiratorias altas, luego de 2 o 3 días, el menor presenta más problemas respiratorios, como sibilancias y tos. A continuación, te contamos cuáles son los síntomas a los que deberás prestar atención:
Ten en cuenta que los bebés pueden presentar dificultad para respirar, respiración rápida o jadeante, hundimiento del pecho al respirar y uso de músculos accesorios para respirar.
Es importante destacar que los síntomas de la bronquiolitis pueden durar de unos pocos días a varias semanas, y en algunos casos, pueden persistir durante varios meses. No olvides que los síntomas de la bronquiolitis pueden variar en intensidad y duración, dependiendo de la causa y la gravedad de la infección.
Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Es importante consultar a un médico si sospecha que un bebé o niño tiene bronquiolitis, especialmente si presenta dificultad para respirar o está teniendo problemas para comer o beber. Busque atención médica de inmediato si presenta también signos de alarma como: fatiga, dificultades para comer o beber líquidos y fiebre alta.
Recuerda tener en cuenta que los bebés y los niños pequeños pueden deteriorarse rápidamente con la bronquiolitis, por lo que es esencial buscar atención urgente si se tiene alguna preocupación. La salud de nuestros niños es importante y requiere de una atención inmediata.
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