Durante los primeros meses de vida es muy común que los bebés tengan gases, lo que en muchas ocasiones genera situaciones de estrés, ansiedad, llanto. ¿Sabes qué son y cómo manejarlos? En DoctorAkí te contamos todo lo que debes saber sobre este tema.
¡Comencemos! Los gases son el resultado del proceso de metabolismo del alimento digerido. También pueden ser generados durante la alimentación de bebés que comen con demasiada prisa o ansiedad o con una inadecuada técnica de lactancia, por ejemplo, cuando tanto la madre como el bebé están acostados (posición horizontal).
¿Cómo saber cuándo el bebé tiene gases?
Ser padres es un proceso de aprendizaje y de reconocimiento. En este caso, el bebé se tiende a sentir tenso, interrumpe la alimentación, pone cara de “no me hallo” y su barriga se siente dura.
Los gases también pueden estar acompañados de reflujo debido a la inmadurez en el cierre de la puerta de entrada del estómago hacia el resto de su sistema digestivo. La leche se devuelve del estómago hacia el esófago, faringe, laringe, boca y hasta puede regurgitar por la nariz. Además, esta leche ha estado en contacto con la saliva y los ácidos del estómago, por lo que irritará toda la vía por donde pase, así que el bebé podría presentar pujo al querer aclarar su garganta, tirará su cabeza hacia atrás y hará muecas por el ardor que siente en la boca de su estómago. También podría presentar tos, disfonía u otitis según la severidad del reflujo.
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¿Por qué tu bebé tiene gases?
Esta situación se podría producir por causas como la mala técnica de alimentación y de extracción de gases; el bebé debe estar vertical para evitar la generación de gases y facilitar la salida de estos. Es importante que tengas en cuenta que, si después de tres a cuatro semanas de la corrección de la técnica de alimentación el bebé no mejora o presenta signos de alarma, se deben considerar y descartar otras causas.
¿Cuáles son los signos de alarma?
Vómito persistente, pobre ganancia de peso, llanto inconsolable, deposiciones con sangre, el bebé se pone morado y muestra signos de dificultad respiratoria.
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¿Cómo diferenciar los cólicos de los gases?
Muchos padres tienden a confundir los gases con los cólicos, pero son situaciones distintas. El llanto por el cólico se presenta después de la segunda semana de vida del bebé, es inconsolable, puede durar de 1 a 3 horas durante más de 3 días a la semana, predomina en la tarde y al comienzo de la noche. Generalmente cede espontáneamente al tercer mes.
Los cólicos se presentan más frecuentemente en niños que en niñas, en hijos de madres con gran carga emocional y tanto en bebés alimentados al seno como con fórmulas infantiles (1).
¿Cómo tratar los gases en tu bebé?
Mantén la calma y disfruta la lactancia. Lo más importante es que estés relajado (a) y que hagas sentir al bebé que ‘todo está bien’, como diría el Pibe. La mejor técnica para sacar los gases es colocando al bebé sentado en tus piernas o apoyado en tu pecho, con la espalda recta y su cabeza en neutro. Siempre observando su cara y sin comprimir el estómago.
Es vital tener un entorno familiar afectuoso y una buena técnica de alimentación. Es poco probable que el manejo farmacológico sea útil. Además, estos medicamentos pueden tener efectos adversos. Mi consejo para ti: ten paciencia y disfruta de esta nueva etapa. Recuerda, es fundamental tener buenos hábitos de alimentación, educación, empoderamiento y tranquilidad (2). ¡En DoctorAkí pensamos en ti!
Referencias bibliográficas
1. Plata Rueda, E. El Pediatra Eficiente. Editorial Médica Panamericana. 5ta Edición 1.996.
2. Vandenplas, Y. “Desórdenes Funcionales Gastrointestinales en la Infancia: Impacto en la Salud del Niño y de su Familia. Pediatric Ganstroenterology Haepatology Nutrition. 2.019. Mayo: 22 (3): 207-216.
Publicado originalmente en octubre de 2020.
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