La crianza de los niños y cómo disciplinarlos puede ser un tema complicado cuando los padres no se ponen de acuerdo. Los límites y las normas son la base para la educación de los más pequeños, pero siempre basados en el respeto y el amor.
A propósito de la ley que prohíbe el castigo físico contra los niños, aprobada en cuarto debate en el Congreso de la República, en Colombia, queremos contarte por qué es tan importante este logro y consejos sobre cómo dialogar en familia y optar por una crianza desde la disciplina positiva.
Está comprobado que el castigo físico no enseña disciplina, ni ayuda a que los niños “se porten de forma correcta”. “Los niños, niñas y adolescentes no aprenden con un golpe aquello que sus madres y padres querían enseñarles. Tampoco les ayuda a desear portarse bien, ni les enseña la autodisciplina u otras conductas alternativas para resolver conflictos, sino todo lo contrario: los hace poco sensibles ante las experiencias violentas”, expone Unicef.
La mayoría de padres “recurren a estas prácticas porque carecen de recursos y herramientas alternativas para resolver conflictos, y además, luego de hacerlo se arrepienten y se sienten mal por haberlo hecho”, explica Save The Children en una de sus guías de sensibilización.
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Datos confirmados
En Colombia, el 52% de los niños encuestados afirmaron recibir castigos físicos y el 47% dijeron que los episodios se daban con el uso de objetos, según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana, en colaboración con la Alianza por la Niñez Colombiana.
«El castigo físico es una forma de maltrato infantil, y como tal, tiene graves efectos sobre la niñez. Como lo han demostrado diversos estudios científicos, esta práctica rompe los vínculos afectivos, produce alteraciones en la estructura cerebral, aumenta las probabilidades de padecer depresión y ansiedad, y se traduce en desventajas futuras en el desempeño académico y laboral», de acuerdo con el ICBF.
Que Colombia se haya convertido en el país #57 en prohibir el castigo físico, de acuerdo con el listado de la iniciativa global End Corporal Punishment, es un gran avance frente a la protección de los niños. El primer país en hacerlo fue Suecia en 1979. En América Latina, Venezuela, Costa Rica y Uruguay fueron los pioneros en prohibir estas prácticas.
Entendiendo la ley para una crianza de los niños respetuosa y llena de amor
Específicamente, es una ley de prevención, no es sancionatoria y establece una política pública de pedagogía y prevención para evitar más violencia. E indica que «se prohíbe el uso del castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niñas, niños y adolescentes».
Dicha ley nada tiene que ver con la intromisión del Estado en la autonomía que tienen los padres para educar a sus hijos… como lo han querido polemizar algunos. Lo que busca realmente es crear conciencia y abrir espacios de aprendizaje sobre nuevas herramientas basadas en el respeto a los niños.
En palabras de la Directora del ICBF, Lina María Arbeláez, “la prohibición del castigo físico es un hito en la reducción del maltrato infantil y la protección de la niñez. Es una gran oportunidad para deslegitimar todos los paradigmas que por décadas han aceptado la violencia como una opción de crianza, dejando secuelas irreparables en la vida y en el desarrollo de los niños”.
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“Deslegitimar todo tipo de violencia y entregar herramientas a las familias para que puedan criar, educar y colocar límites sin violencia, permitirá construir relaciones sanas y equitativas. Una crianza sin violencia no solo es posible, sino absolutamente necesaria. Los seres humanos tenemos derecho a crecer y vivir armoniosamente, sin miedo, con la seguridad que nos brinda el afecto y cuidado de quienes nos rodean”, enfatiza Aida Oliver, Representante de UNICEF Colombia, en un reciente comunicado de prensa.
Es decir, que ahora el reto es entregar a los padres, precisamente, las herramientas de crianza necesarias y mostrar a los padres cómo pueden ponerse de acuerdo frente a este tema. Porque sabemos que la ley también tiene detractores (increíble, sí) y es posible que algunas familias presenten dificultades a la hora de elegir el estilo de crianza más respetuoso para sus hijos.
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Consejos para ponerse de acuerdo sobre la disciplina y crianza de los niños
Si aún no logras estar de acuerdo con tu pareja sobre cómo disciplinar a sus hijos; y además, crees firmemente en una crianza llena de amor, te invitamos a revisar los siguientes consejos.
Recuerda que antes de cualquier cosa es fundamental que hablen, que haya comunicación y juntos decidan lo que consideran correcto para educar a sus hijos.
- Conversen sobre cómo fue su propia crianza. Los métodos con los que fueron criados suele repetirse, y si eres consciente que hay alguna práctica que no deseas repetir, porque sabes que no te hacía bien, es momento de compartirlo con tu pareja.
- Pregúntale a tu pareja ¿cuál es su posición frente a las distintas formas de crianza? Con cuál se identifica, cómo cree que se debe hacer. Escucha, no interrumpas. Luego, evalúa qué es lo que temes y cuéntaselo, siempre con respeto.
- Ahora consulta a tu pareja sobre cómo ve tu posición. ¿Con qué no está de acuerdo sobre tu forma de crianza y disciplina? ¿Qué no le parece correcto? Y qué le parece que está bien.
- Establezca un conjunto de normas y límites con los que ambos están de acuerdo. Qué pueden permitir y qué no. Aquí será el momento de acordar que la violencia no tiene invitación en su familia.
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- Las discusiones nunca frente a los hijos. Al probar nuevas estrategias de disciplina basada en el respeto, la empatía y la comunicación es posible que se presenten dificultades, desacuerdos entre ambos. Recuerda siempre resolver la situación en un lugar tranquilo y en privacidad, los niños no deben estar presentes.
- No desautorices a tu pareja frente a los niños. Aunque no estés de acuerdo con algún tipo de corrección, espera a que puedan hablarlo a solas. Si consideras que pueden estar expuestos a violencia, protégelos sin generar discusiones o confrontación. Luego, busca orientación profesional.
- El trabajo en equipo es la base. Mantengan las mismas normas y consecuencias, sin cambiarlas entre ustedes. Hay que ser constantes y coherentes. Ten en cuenta que en la construcción de reglas y límites pueden participar todos, cuando los niños más grandes se sienten parte de las decisiones pueden responder mejor. De acuerdo con Liliana Orjuela, psicóloga clínica del ICBF, “entre mayor sea la participación que una niña o un niño tenga en la definición de una norma, mayor sentido de pertenencia desarrollará hacia esta y, por lo tanto, estará más dispuesto a cumplirla porque sabe que ha sido parte de su definición”.
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Finalmente, como lo expresa la Universidad de la Sabana, “la disminución del castigo físico en Colombia requiere un cambio cultural sobre la manera en que se concibe la educación de los hijos”. Y razones para adoptar una crianza sin golpes, sin violencia y con base en el respeto hay muchas. Te recomendamos seguir aprendiendo, buscar asesoría profesional, leer autores que promueven herramientas para aplicar la disciplina positiva y consciente; informarte sobre talleres y guías que ofrecen instituciones gubernamentales y activistas.
Ten presente que nunca hay justificación para pegar a un niño, en ninguna circunstancia. Rechaza esas creencias erróneas y obsoletas sobre el maltrato en la crianza. Bien lo dicta el artículo 19, de los Derechos de los Niños: “Los niños tienen derecho a la protección contra toda forma de violencia, malos tratos, abusos y explotación”. ¡Ah! Y cuando se trata de bienestar, en el blog de DoctorAkí pensamos en ti.
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